Reseña - Scanners
País: Estados Unidos
Director: David Cronenberg
Elenco: Stephen Lack, Jennifer O'Neill, Michael Ironside, Patrick
McGoohan
Sinopsis: Luego de que
un hombre con extraordinarias, y terroríficamente destructivas, habilidades
telepáticas es atrapado por agentes de una corporación misteriosa, descubre ser
uno de los muchos humanos con tales cualidades. También descubre que los muchos
de los demás scanners planean la dominación mundial, mientras que los
restantes pretenden detenerlos.
Con Scanners,
Cronenberg nos entregó una película infestada de situaciones que incomodan
y hacen sentir inquieto. Desde la escena inicial con Cameron (Stephen Lack)
siendo abiertamente discriminado por ser un hombre de la calle hasta la icónica
escena de la cabeza que explota, el tercer miembro de la tríada del terror
contemporáneo logra crear un ambiente perturbador. Sin embargo, a pesar de que
nos presenta una idea ingeniosa y que planta la semilla del interés, el guión
hace poca cosa para mantenernos al filo del sillón. El villano de la película
de Darryl Revok (Michael Ironside) es cliché, no sólo para la época. Su
principal misión en la vida es dominar al mundo, mas no tiene razones reales
para hacerlo. Sólo quiere hacerlo porque sí, lo cual evitó que, como audiencia,
empatizara con él. Que sí, que tiene poderes pero eso no le da razones creíbles
para adueñarse del planeta. Y ahora que lo escribo, suena mucho como sonaba
Cerebro en la famosa serie de Animaniacs. A este tipo de villano con un
plan de dominación mundial lo he visto ya tantas veces que simplemente no me lo
creo. Y por otro lado, el plot twist que presenta la historia es igual
de cliché que el personaje de Darryl. Los dos scanners más poderosos resultan
ser hermanos, hijos del mismísimo doctor Paul Ruth (Patrick McGoohan), quien al
mismo tiempo es el creador de los primeros scanners, sus hijos.
No es que
tenga un especial odio por los hermanos con poderes y planes contrarios (te
estoy viendo a ti, Shingeki no Kyojin) sino que en Scanners,
Cronenberg no logra que los personajes nos importen. Por lo tanto, que suceda
una u otra cosa da igual. Aunque debo admitir que el final fue muy
satisfactorio. La lucha es sangrienta y emocionante, la mejor manera no sólo de
llegar a la cúspide de los personajes sino también de despedirlos.
No esperaba
que la película tuviese acción, y definitivamente pienso que hubiese preferido
que no la tuviese a eso que nos entregó Cronenberg. Sobre todo aquella
secuencia con el equipo de Kim (Jennifer O’Neill) siendo perseguido por los
asesinos de Darryl. La actuación deja mucho que desear y a pesar de que sabemos
que los personajes que están siendo asesinados son buenos y quieren salvar al
mundo, cuando los matan no se siente nada. Esto debido a que los conocemos solamente
unas escenas antes y Cameron no cruza demasiadas palabras con ellos.
Lamentable, pues Cronenberg pudo haber aprovechado este grupo de valientes para
demostrarnos los poderes de los scanners.
Si hay algo
que puedo aplaudir de la película, son los efectos prácticos. Se ven
increíbles, no importando que tengan 40 años. Sin lugar a dudas, la cabeza
explotando es la escena que más se recuerda, pero los ojos de Cameron
explotando, él combustionándose y Darryl poniendo los ojos en blanco mientras
una vena grotesca se infla en su sien debe de ser una de mis secuencias
cinemáticas favoritas hasta ahora. Puede que no haya disfrutado el guión, pero
los efectos visuales me mantuvieron contenta por la hora y 43 minutos que dura
la película.
Por otro
lado, la música utilizada en la película también es excelente. Si las escenas
logran hacernos sentir incómodos es gracias a la musicalización que es tan
misteriosa e inquietante. Definitivamente logró su cometido.
Personalmente,
considero que a pesar de que la película no me gustó, no es mala. Es
perfectamente disfrutable si se está dispuesto a no tomarla muy en serio y no
esperar respuestas o que nos saquen de algunas dudas. Es ciencia ficción y no
hay que hacerle más preguntas, supongo.
Calificación:



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