Reseña - Little Women



País: Estados Unidos

Directora: Greta Gerwig

Elenco: Saoirse Ronan, Florence Pugh, Emma Watson, Eliza Scanlen

Sinopsis: Jo, Amy, Meg y Beth son cuatro hermanas que épocas de la guerra civil estadounidense buscan subvertir las expectativas que la sociedad tiene de ellas mientras luchan por forjar su identidad.

A más de 150 años de su publicación y 7 adaptaciones después, adaptar una obra tan mundialmente conocida como la de Louisa May Alcott podría sonar a una labor titánica, y de hecho lo es, pero esta ocasión llega Greta Gerwig y toma este libro del que en repetidas ocasiones se ha confesado amante absoluta y nos entrega la más reciente versión de las hermanas March: Jo (Saoirse Ronan), Amy (Florence Pugh), Meg (Emma Watson) y Beth (Eliza Scanlen).

Gerwig esta vez destila sus inquietudes artísticas a través del ojo de la metaficción. Jo es una escritora empedernida que se enfrenta a un mundo editorial gobernado por hombres y es su propósito luchar para prosperar en él; todo mientras descubre su identidad y su lugar en el mundo. Arrancada la cinta, llega el vaivén temporal con una narrativa no lineal que deambula entre presente y pasado con una velocidad tan juguetona como el carisma que destila la química entre los personajes, con nostalgia derrochada a través de las memorias cálidas del pasado y la melancolía abrumadora en las frías realidades del presente.


Aquí son dos los factores que se convierten en el núcleo de su temática: la libertad y el arte. Jo escribe, Amy es pintora, Meg es actriz y Beth toca el piano. Todas canalizan en su arte el sendero libertario de sus propias personas y, así como cada una se destaca en distintas facciones artísticas, cada una evoca un distinto extremo del espectro emocional y la mirada femenina de la época. El guión se apropiarse de todos estos elementos y les entregar una vigencia natural a través de la resonancia sociocultural que puede encontrarse en la condición humana actual. Pese a los siglos de diferencia y la evolución social, la trama y los personajes se sienten imposiblemente actuales.

Todo se convierte en esencia en un contraste de consecuencias derivadas de decisiones importantes en la vida de las hermanas y el cómo éstas afectaron fortuita o lastimosamente los deseos que añoraban cumplir; el conflicto moral que reside en cada una de ellas las denota en sus puntos más vulnerables, consiguiendo protagonistas que no sólo son fuertes o frágiles, sino que son humanas y, en consecuencia, identificables. Esto se extiende al resto de los personajes.

Pero, ¿cómo se logra un resultado tan efectivo que traslada efectivamente el guión a cuadro? Sencillamente, con un cast de primer nivel. Las actrices titulares se adueñan con completa naturaleza de cada una de las hermanas y permean de multidimensionalidad a cada una de ellas, mientras que el elenco de soporte (que cuenta con el encanto y talento de Laura Dern, Timothée Chalamet, Chris Cooper y Meryl Streep, entre otros) tiene su propia y distinguible fuerza.


La atmósfera es caótica en el mejor de los sentidos. Los diálogos brincan unos sobre otros y los movimientos en pantalla son tan bellamente desordenados que se observa un naturalismo puro en la construcción de las escenas más que una coreografía propia de una película de época, evocando elementos del mumblecore, corriente cinematográfica de la que Gerwig ha sido enorme exponente a lo largo de su carrera. Los personajes ofrecen una complejidad absoluta en cuerpo y voz; batallan por expresar sus ideas y el conflicto lo expresan tanto como lo contienen, complementando la sensación de una atmósfera más verdadera, actual y libre de constricciones propias del siglo XIX.

Dicho todo, la multidimensionalidad no sólo se queda plasmada en el guión o los personajes; la excelsamente maniobrada cámara de Yorick Le Saux se convierte en uno de los más grandes aciertos narrativos del filme, con un juego de planos que fantasmagóricamente capturan todos los instantes en pantalla como si de pinturas del realismo se trataran. El uso de los contrastes tanto en colores como en planos para diferenciar los tiempos es efectivo y reforzado por la infalible banda sonora de Alexandre Desplat.


Una película debe ser la suma de todas las partes y ésta es un gran ejemplo de ello. Gerwig tiene una destreza impecable tras la cámara que permea pasión absoluta por el proyecto que realiza. Entiende las sensibilidades artísticas de las hermanas March y la lucha de la perspectiva femenina en un mundo que la desdeña; reformula todo y le da un carácter jubiloso a una historia cuya vigencia muchos cuestionarían. Ella como directora, guionista, artista y mujer, entra en completo dominio del mundo que recrea y lo hace suyo. Lo que nos entrega no es el resultado de influencias, sino de su propia voz.

Little Women es una historia sobre lo que es evolucionar y crecer; dejar un mundo atrás para enfrentar otro que tal vez no podemos conquistar, pero en el que sí podemos sobrevivir a través de nuestras propias voces. Es un poema de amor al amor, a la vida, al arte y a la libertad.

Calificación:


Disponible en cines.


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