Salvando al Mundo, Unidos: Justice League



Dirigida por Joss Whedon (aunque oficialmente marcada como una cinta de Zack Snyder), ahora llega la primera adaptación al cine del que posiblemente sea el equipo de superhéroes más icónico en la historia de los cómics, y definitivamente se nota que han escuchado a sus audiencias (así como a las críticas, tanto positivas como negativas). Justice League muestra un mundo desolado ante la muerte de Superman, quien con su desinteresado sacrificio mostró que era alguien capaz de ver lo mejor en nosotros y dar su vida por ello. Un mundo que no está preparado para lo que viene: una catástrofe que ningún héroe podría detener. No en solitario.

El ritmo en la cinta es rápido y no da lugar al estancamiento. La historia se mueve de forma fluida y no tardan los personajes en conocerse entre sí, aunque se hubiera agradecido un poco más de tiempo para explorar sus entornos individuales (Esto debido a que, en casos como Flash, Aquaman y Cyborg realmente no se han explorado). La trama no es compleja, no es necesario que lo sea, y las fallas ahí están. Precisamente a muchos les podría parecer apresurado el desarrollo de la historia, además de que hay personajes cuya presencia no era necesaria, además de que la resolución de ciertos conflictos se pudo llevar a cabo de mejores maneras, y definitivamente se tarda un poco en establecer el conflicto principal de forma clara, y es aquí donde entra el que sin duda alguna es el punto más débil de la película: Steppenwolf.


El villano entregado en esta ocasión es lo que muchos considerarían otro "villano genérico de CGI del montón". Y es que, básicamente es eso. Sin explorar mucho en sus motivos o su historia (esto en pro de la interacción entre héroes, punto que se tocará en breve), el personaje realmente no logra lo suficiente como para ser algo más que olvidable, sirviendo como ancla para unir al equipo y tal vez darnos un ligero vistazo a lo que podría estar por venir.

Dicho esto, la interacción entre los personajes principales se agradece y reconoce como uno de los puntos más fuertes del filme. Los actores tienen una clara química entre sí y logran que el equipo funcione.

Wonder Woman y Batman se encargan de liderar a la liga casi como figuras paternales que discuten sus puntos de vista, y es interesante ver como los dos personajes evolucionaron luego de los sucesos presenciados en sus apariciones previas. Pero quienes sin duda alguna se llevan la película son Flash y Aquaman. Sin tener sus propias películas individuales antes del ensamble, realmente sorprende ver como lograron funcionar sus personajes de forma carismática y momentos para lucirse bien aprovechados. Cyborg es el eslabón débil de los héroes. Su construcción deja qué desear y no logra conectar muy bien con los demás personajes. Y claro, por último, está Superman.

Superman brilla y nos muestra al personaje en su forma más pura y emblemática posible, siendo un ícono de esperanza y heroísmo a más no poder, además de dar grato uso a sus poderes y robarse todas las escenas en las que está. Resaltando sobre todos los demás cada vez que aparecía en pantalla, aquí queda claro que Superman es el superhéroe por antonomasia en este universo.


Cambiando al aspecto visual, la cinta es más colorida que las previas instancias del DCEU, con una fotografía que tal vez no alcanza lo logrado por Larry Fong en Batman v Superman (porque si algo hay que atribuirle a tan polémica película de 2016, es que visualmente fue bastante buena), pero que capta la esencia que tienen las páginas de un cómic, y te adentra en la sensación de estar contemplando uno. Desgraciadamente, la cinematografía se puede ver a momentos manchada por abruptos cambios de planos en edición y un CGI muy mal elaborado en gran parte del filme (cómo dejó Warner que esto pasara con su carta más fuerte y comercial del año es algo que nunca entenderé).

El score fue ejecutado por Danny Elfman, quien le metió un sonido muy diferente al otorgado previamente por Hans Zimmer, Junkie XL (compositor que originalmente se encargaría de esta película) y Rupert Gregson-Williams. Usa fragmentos de temas clásicos de los personajes y marca con su muy característico estilo la música en la historia, aunque por lo mismo de diferir en estilo al resto de los scores del DCEU es que se puede sentir muy fuera de lugar.


La edición posiblemente sea el mayor enemigo de la película. Es bien sabido que Snyder tuvo que abandonar la post-producción del proyecto debido a problemas personales, y decidió dejarlo en manos de Joss Whedon, quien se terminó encargando de filmar reshoots (que, para sorpresa de muchos, realmente no son raros en estas producciones) y ajustes finales. Se siente una clara fusión del estilo de ambos directores, pero también se siente que hay muchas cosas que quedaron en el cuarto de edición. Se venden menos boletos y muchas personas se quejarían, pero tal vez lo que este filme necesitaba era mayor duración que sólo dos horas, para poder desarrollarse de forma completa.

El filme tiene sus puntos débiles, pero estos no hacen sea del todo malo. Como hicieron Los Increíbles y The Avengers, Justice League intenta representar lo que es la esencia del superhéroe clásico, ese que se ve en las caricaturas y se lee en los cómics. Intenta ser una auténtica cinta de superhéroes.

Calificación:



NOTA: Una versión previa de esta reseña colocaba a Zack Snyder y Fabian Wagner como director y director de fotografía de la cinta respectivamente.

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